La muerte de un adolescente en Alto Comedero volvió a poner en primer plano una realidad que los vecinos denuncian desde hace años: la ausencia del Estado, la falta de políticas de contención y las condiciones precarias en las que viven miles de familias. Mientras el gobierno provincial realizaba un acto para celebrar diez años de gestión, en el barrio 47 Hectáreas se velaban los restos de un joven que, según relatan los vecinos, era “un nene” y no un hecho aislado dentro de una trama social cada vez más vulnerable.