Cabe señalar que dicho proceso es criticado por dirigentes sociales quienes afirman que el gobierno “quiere un escarmiento, quiere nuestras cabezas”.
Sin embargo, promediando la mañana de la jornada en cuestión, se conoció que la mencionada audiencia se suspendió.
Nuestro medio consultó al respecto a la abogada de algunos imputados, Mariana Vargas, quien confirmó la novedad y criticó duramente todo el accionar de la justicia local: “Viene avanzando en forma ilegal, solo pueden llevarlos a juicio con una acusación que es un mamarracho donde se imputa por una maniobra general y otra particular y resulta que plantean que hay coautores que son víctimas y se nos niegan las pruebas. Por lo tanto, están violando los derechos de los acusados para avanzar en un juicio que nosotros no queremos que se haga”.
“Tuvimos una represión ilegal y un montaje de Gerardo Morales y su policía haciendo que se incendien autos y él sigue impune. Inventó todo para justificar una represión que fue ilegal y está demostrado. Entonces queremos que resuelvan primero qué pasó con la represión y después veamos porque no hay forma de defenderse con nada. Encima el código procesal penal en Jujuy que quitó los derechos de cualquier acusado y con esta herramienta se avanza contra los protagonistas del jujeñazo que solo expresaron su posición frente a una constitución que era rechazada por todos”, relató la letrada.
En medio de los cuestionamientos, Vargas apuntó directamente al Fiscal de Estado, Miguel Rivas: “Hoy teníamos la audiencia y ayer se había pedido la detención del fiscal de Estado por violencia de género, Rivas que no tiene autoridad moral para perseguir a nadie, está intentando que la querella siga estando en el expediente que en realidad se la dio por desistida y se la corrió. Quiere acusar por sedición y legalizar una persecución cuando él no se somete a la justicia”.
Así como los tuiteros se cerró, esto también tiene que cerrarse porque es una vergüenza nacional. Así como los tuiteros se cerró, esto también tiene que cerrarse porque es una vergüenza nacional.