- El año termina agitado en el Lobo puertas adentro.
- En las últimas horas, el secretario Meyer se transformó en el blanco de acusaciones de diferentes tipos.
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Balance de un año positivo, pero con el objetivo de depurar puertas adentro
El año 2024 cierra persianas y en el balance, Gimnasia deberá entender que hubo aciertos a mantener y potenciar a futuro, como llegar al reducido y clasificar a la Copa Argentina 2025, entre los logros más importantes. En tanto, Walter Morales, buscará controlar un frente interno abierto con acusaciones varias hacia Leandro Meyer, un secretario con aires de presidente.
El 2024 guardaba las mejores expectativas para el equipo, por ese entonces comandado por el entrenador Marcelo Vázquez; la CD rompía el mercado de pases y fichaba a el pulga Rodríguez como refuerzo, entendiendo que rodeado de jugadores de experiencia como Menéndez, Albertengo, Larralde y Pellerano, el equipo tendría el único objetivo de ascenso.
Sin embargo, el mendocino no supo encontrarle la vuelta a los nombres y dejaba su cargo tras la derrota en manos de Tristán Suarez. Morales y compañía se movieron rápidamente y tras el interinato de Franco Sosa llegó a Jujuy Matías Módolo, técnico joven que traía el ascenso de Riestra sobre su espalda.
Módolo le dio su impronta rápidamente, trabajó intenso en lo físico para ordenar un grupo convulsionado y directrices claras y precisas permitieron a los muchachos empezar a recuperar confianza en campo. Aunque, internamente el cuerpo técnico sabía que tenía que prestarle atención a un fenómeno llamado Pulga Rodríguez, jugador que vestía la camiseta de Gimnasia, pero que disfrutaba su coqueteo con otros clubes, algo que molestó al hincha y a la Comisión Directiva.
El Pulga tuvo una salida anunciada y en junio último rescindía su vínculo con el lobo jujeño. Ahí, el exRiestra encontró el Francisco Molina un eje futbolístico con el que logró suplir parte del juego que necesitaba el equipo. Siete presentaciones sin derrotas ubicaron al representante jujeño otra vez en la conversación importante del campeonato. Más allá de algunos vaivenes hasta el cierre del campeonato, el equipo pudo soportar la salida repentina de Alan Sosa puesto fijo en el arco, pero sumó la experiencia de Nicolás Dematei, un acierto para ordenar las dudas defensivas.
Los hombres de Módolo pivotearon escalones de la zona de reducido, pero cumplieron por dos; primeramente, llegar al reducido, el gran mérito de este grupo y por añadidura la clasificación nuevamente a la Copa Argentina del año entrante. En ese sprint final algo pasó, Gimnasia jugó diezmado ese último partido del certamen ante Chacarita, teniendo que enfrentar a San Telmo en calidad de visitante, una condición que jamás le sonrió a este equipo. Fue el fin del sueño que abrió muchos interrogantes.
Gimnasia puertas adentro...
El año termina agitado en el Lobo puertas adentro y es que en las últimas horas, el secretario Meyer se ha transformado en el blanco de acusaciones de diferentes tipos, arreglos con jugadores y representantes, hilo de contacto con agrupaciones de hinchas, modificaciones de un estatuto a su favor, renuncias jamás anunciadas y enemistades internas, dejan al desnudo el desmanejo “de un patrón de estancia”, que parece llevarse puesto al presidente Walter Morales.
“Pusimos 12 palos y este pendejo de m…. siempre hace lo mismo”, así entraba a la zona de vestuarios impunemente Leandro Meyer, refiriéndose a un jugador del plantel profesional de Matías Módolo. Explotado por la derrota de Gimnasia y Esgrima en manos del Racing cordobés por 1 a 0 en la última jugada, el domingo 18 de agosto pasado. La situación casi se va a las manos ya que Nicolás Dematei salió a bancar al pibe que era acusado por este dirigente. Hoy y tras algunos meses de ese “error”, no sorprende que Maidana haya quedado afuera de las convocatorias los partidos posteriores por consejo de Meyer.
En los pasillos del club del Barrio Luján, todos conocen sus manejos y formas: “es arrogante, prepotente y al estar bajo el ala de Walter se cree dueño del club”, incluso hay renuncias que se firmaron este año y que la institución jamás comunicó, además de alejamientos de la CD sin la firma de renuncia y todas con un común denominador; Leandro Meyer. Es que el secretario del club Gimnasia y Esgrima de Jujuy aprendió las malas mañas del pasado y pretende seguir siendo impune ante la mirada de todos.
Meyer es un dirigente de vieja data pese a sus 36 años de edad. Durante su vuelta al club tras la salida de López y Córdoba, se puso al frente de las modificaciones del último estatuto y junto a su abogado de confianza el Dr. Francisco Barrau, idearon el estatuto de “los súper poderes”, donde el cargo de secretario incide en las decisiones más importantes de la vida institucional Loba. Con el aval de los otros integrantes de la directiva, logró imponerse en una mesa de fútbol, contratación de entrenadores e incluso el manejo y la llegada de jugadores.
Fue el mismo secretario que finalmente llegó a un acuerdo económico por una cifra millonaria de pesos con el tridente López- Córdoba- Noceda, luego de la denuncia penal que Gimnasia y Esgrima de Jujuy había realizado en la justicia contra estos tres exdirigentes por supuesta malversación de fondos, números que deberían figurar en los estados contables del club y que se conocerán en abril de 2025.
Leandro Meyer fue quien avaló la avanzada de su primo Pablo “michi” Meyer, protesorero del club en contra del Bufet- Sandwichería que se encuentra en el interior del estadio 23 de Agosto, tras haber manifestado una deuda inexistente que la propia área contable desestimó. Dicen allegados a la CD que las intenciones de Michi Meyer, eran desembarcar con un negocio gastronómico de su propiedad, pero la familia le jugó otra mala pasada al secretario, ya que hoy la institución afronta un juicio por el despido de la por entonces contadora Analía Noguera, quien además denunció a Pablo por maltrato laboral.
Las dudas en las últimas horas surgen sobre las incorporaciones que el club estima cerrar de cara a la próxima temporada 2025, ya sin tener el nombre aun confirmado del cargo de manager, las gestiones son encaradas por el propio Leandro Meyer.