- El comedor “Nolasco” de Palpalá sigue con su colecta de útiles para los niños que asisten.
- Su responsable, Susana Bejarano, dijo que cada vez es más difícil brindar platos de comida debido a la crisis económica.
- El espacio de contención sufrió los cortes de agua y turbiedad en la provisión.
Colecta de útiles e indumentaria en el Comedor "Nolasco" de Palpalá
El espacio de contención espera que aumenten las donaciones para los niños que asisten, de cara al inicio de clases. Su responsable marcó además que siguen con problemas en la entrega de comida por falta de mercadería.
Comedores jujeños, están cada vez más complicados por la crisis y la falta de ayuda.
“Logramos que la comida salga como sea ”, decía tiempo atrás la responsable del Comedor “Nolasco” de Palpalá, Susana Bejarano.
La situación no parece haber variado en cuanto a asistencia alimentaria y actualmente se encuentran con colecta de útiles y ropa para lo que será el inicio de clases.
El espacio de contención también se vio afectado por los cortes de agua que se registraron en toda la ciudad.
Colecta solidaria por las clases
“Como todos los años estamos realizando recolección de útiles usados, mochilas en buen estado, igual armamos nosotros para los niños, lápices, hojas de carpeta, cartucheras, todo es bienvenido y hace falta. Este año no vino mucha gente todavía, lo que ha ido quedando es de años anteriores, porque de por sí durante el año la entrega de útiles funciona. En el comedor asisten niños de 6 meses a 15 años y se dictan clases de apoyo, por eso hacen falta también libros y diccionarios. Para donar se pueden acercar al comedor en el barrio Las Topas o comunicarse al teléfono 3884691580. El ropero comunitario también funciona y gente que necesita se puede acercar, no hace falta que sea del barrio ni que asista al comedor”.
Asistencia alimentaria
“Estamos cocinando, cada vez es más difícil por el tema precios y el tema eocnomico, la mercadería por ahí llega y por ahí no. Nosotros nos tomamos el trabajo de ir a la feria y buscar puesto por puesto, agradezco a muchos feriantes que nos tienen en cuenta y nos guardan verduras para que podamos hacer un guiso. Estamos una vez a la semana, cuando podemos dos o tres veces. También nos falta mano de obra, las mamás que vienen a colaborar no cobran nada y cuando les sale un trabajo se tienen que ir y no es fácil cocinar para más de 100 niños”.
Problemas con el agua
“Estar sin agua es difícil y cuando volvió lo hizo turbia, hay que hacerla hervir bastante porque para los niños puede ser una infección, es feo darle así a los chicos. Todavía está saliendo turbia el agua, ya no se ve muy marrón pero si se nota”, relató Bejarano.