- Fueron 7 días de expedición, después de mucho sacrificio llegaron al techo de América.
- Sin guías ni porteadores de equipo y realizando solo 3 campamentos de altura, así fue la travesía.
- Tras alcanzar la cumbre, los jujeños emprendieron el descenso, una etapa igualmente exigente.
Melina Sánchez y Leonardo Ljungberg hicieron cumbre en el Aconcagua
Miembros de Jujuy Andino, club de Montaña lograron un hito extraordinario al hacer cumbre en el Aconcagua, el pico más alto de Sudamérica con 6.962 metros sobre el nivel del mar. Fue una expedición completamente auto gestionado.
Todo comenzó en Confluencia-Plaza de Mula y Nido de cóndores, desde allí partieron rumbo a la cumbre. Fueron más de 11 horas de caminata, con distintas dificultades hasta cumplir el objetivo.
Melina Sánchez y Leonardo Ljungberg ingresaron al Parque Provincial Aconcagua el lunes 20 de enero y por cuestiones protocolares tuvieron que hacer noche en Confluencia. Pasaron por distintos controles médicos, había que corroborar que estén en óptimas condiciones de salud para escalar la montaña.
Partieron del campamento de Confluencia, ubicado a 3400 msnm, de allí fueron directo a Plaza de Mulas (4300 msnm), haciendo un total de 26 km, sobre un desnivel de 900 msnm. Luego descansaron, se hidrataron y recuperaron energía para continuar con su periplo.
Su próximo destino seria el Nido de Cóndores, a los 5500 msnm; llevando parte del equipo, junto a comida y agua, la carpa quedaría armada en ese campamento, para luego regresar a plaza de mula y descansar. Al otro día había que subir de nuevo y verificar que todo este en orden para encarar la parte más difícil, la cumbre.
Fueron varios días de relajación y aclimatación antes de dar los primeros pasos del ascenso al techo de América. El camino no fue fácil, la nieve complicó el panorama, aunque eso no los detuvo, el objetivo siempre estuvo firme.
Recorrieron diferentes tramos del Cerro Aconcagua, pasaron por el campamento Berlín, campamento Cólera, Piedra Blanca, La Independencia, La travesía, El Dedo, La Cueva, La Canaleta y el Filo de los Guanacos, hasta lograr la meta final de casi tocar el cielo con las manos.
Estos jujeños conquistaron América, disfrutando de una cumbre despejada con poco viento y una vista impresionante. Una historia de superación, resiliencia y camaradería, un ejemplo de determinación frente a la adversidad.