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El municipio de Jorge recauda, el vecino paga

Otra vez la controversia en torno a la pavimentación de las calles y el manejo de la tasa vial, y el crédito pedido a la provincia de 2000 millones de pesos para el mismo fin.

Ocurre que la historia no termina aquí. Ahora vecinos del Barrio Tupac en Alto Comedero habrían acordado juntar fondos para comprar hormigón y luego se supone el municipio realizaría la obra de pavimentación de los frentes de estos vecinos…

Pero aquí lo que ocurre es que el municipio ya cobra una tasa vial con el argumento que esos fondos se destinarán a la pavimentación de calles y de avenidas pero, además, como complemento le pidieron un crédito al gobernador Sadir para el mismo propósito.

Aquí surge una pregunta fundamental: ¿porque los vecinos deben seguir aportando dinero de su bolsillo si ya están pagando una tasa que debería servir para lo mismo?...pregunto.

Además no se entiende como que después de 17 años en el poder de la gestión Jorge los vecinos sigan dependiendo de aportes adicionales para que se hagan las obras.

La situación es verdaderamente frustrante ya que cuando el vecino carga combustible contribuye a la tasa vial con la expectativa de que esos recursos se traduzcan en obras concretas en nuestras avenidas y calles. Sin embargo, además de eso se les pide colaboración para una tarea que es responsabilidad del municipio.

Es aquí donde está cuestionada la equidad fiscal. Muchos vecinos sienten que es injusto que el municipio continúe metiendo la mano en el bolsillo de los contribuyentes sin una justificación clara son 17 años en el poder ¿qué hicieron?

En todo caso, el municipio para atenuar su discrecionalidad pidiendo a cada rato plata a la gente debería eximir a los ciudadanos de ciertos impuestos cuando están demostrando su compromiso al financiar ellos mismos las obras….

Evidentemente a pesar de la recaudación de la tasa vial más el famoso crédito lo cierto es que las mejoras no se ven en los lugares muy críticos. El municipio tiene un criterio y lo aplica sin escuchar a los vecinos y así está mostrando claramente que tiene un problema para discernir entre lo urgente y lo importante. Evidentemente hay un claro desajuste en la gestión de los recursos que no se puede ignorar.

El análisis es simple: si el municipio cuenta con ingresos derivados de la tasa vial y además añade un crédito de tal magnitud a su arsenal financiero ¿dónde están estos fondos? ¿Porque por lo que se ve en las calles no se percibe el impacto?

Naturalmente que frente a esto los vecinos se sienten frustrados y están molestos porque deben seguir aportando dinero de manera voluntaria cuando ya están cumpliendo con sus obligaciones fiscales.

El argumento del municipio de que necesita de un crédito para realizar estas obras es en el fondo un reflejo de una planificación deficiente y de una gestión ineficaz que no ha hecho ningún ajuste. Los jujeños deben exigir rendición de cuentas sobre cómo se está utilizando esos fondos…

La falta de un plan coherente de pavimentación no solo es una cuestión administrativa es también un fallo en la comunicación con la comunidad. Es hora de que los vecinos tomen la iniciativa y exijan no solo obras sino un plan concreto que incluya a todos en el dialogo.

Hay una gestión agotada que se escucha a si misma atrapada por 17 años de fallas en la gestión y por el inminente calendario electoral que ejerce una presión adicional.

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