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Jujuy va camino a un gobierno bicéfalo

Pensaba, luego ya de transcurrido un tiempo prudencial de la gestión del señor Carlos Sadir y de su lentitud para ir avanzando en temas cruciales, independientemente del contexto nacional.

Sadir está afectado precisamente por dos situaciones puntuales, por un lado el contexto nacional donde habita un presidente que pide mucho y devuelve poco a la sociedad. Y por otro lado el síndrome del poder bicéfalo o de dos cabezas, situación que lo hace más complejo a la gestión y estar al frente del poder ejecutivo, termina condicionando el funcionamiento del gobierno.

Una cabeza es la del propio Carlos Sadir y la otra cabeza es la del Señor Gerardo Morales ambas cosas juntas hacen inviable la gestión.

Ejemplo: ¿Usted vio en los Estados Unidos a Barack Obama o Bill Clinton interceder en la gestión del presidente Joe Biden? organizándole reuniones con los recursos del Estado?

Bueno esto mismo está pasando en Jujuy, pero de estos detalles hablamos otro día…

Lo que pretendemos es establecer las diferencias entre Morales y Sadir, por esto mismo podríamos definirlo como un posibilista al gobernador actual.

A Morales lo definimos como un ideólogo obstruccionista.

Ejemplo: Sadir plantea federalismo en Jujuy con la ley de coparticipación mientras que Morales la boicotea constantemente, y podemos ver como durante todos los años se gestión al frente del pueblo jujeño nunca avanzó concretamente con el proyecto solo dejándolo en meros anuncios, por ende quiere seguir controlando a los intendentes producto de su estructura de pensamiento anacrónico.

Los personajes posibilistas como el gobernador actual se muestran más moderno, los ideólogos como el ex gobernador, Morales evidentemente atrasan.

Sadir aparece como un dirigente posibilista porque se opone a los fundamentalismos y trata optar por la conversación el diálogo entre todos los sectores de la sociedad.

Morales desprecia las conversaciones con quienes no piensan como él, es por ello que se ha convertido en un ideólogo obstruccionista autoritario.

Los ideólogos como Gerardo Morales creen que siempre tienen la razón y persiguen las utopías.

Para el señor en cuestión, sus utopías deben convertirse en realidad cueste lo que cueste o caiga quien caiga, no importan las consecuencias.

Mientras que el Carlos Sadir aparece como un dirigente más pragmático y este es un buen síntoma ya que los países con mejores niveles de vida son pragmáticos.

Los utópicos fuerzan una candidatura presidencial inviable por su creencia de que quería ser presidente después de hacer dos o tres cosas en Jujuy que no son nada del otro mundo como el tren eléctrico. Todo muy lindo, pero ¿qué hacemos con un vagón? Creo que con eso no alcanza para ser presidente de una nación.

Morales es capaz retorcer la realidad y llevarla a extremos inimaginables en su núcleo doctrinal que habla del enfrentamiento como método (oposición, confrontación, crispación), todo esto desvirtúa gravemente la vida democrática en un pueblo.

Plantea esta disyuntiva de que sos de los nuestros o estas en contra de nosotros, esta es la tragedia que propone Gerardo Morales.

Sin embargo, el posibilista intenta presentar un nuevo marco con mentalidad dialogante, pensamiento reflexivo para buscar puntos de confluencia.

Durante 8 años Jujuy sufrió las desmesuras radicalizadas y autoritarias impulsadas por estos señores Morales, ahogando la vida en sociedad de los jujeños.

Lejos de la política posibilista intenta encarnar Sadir con moderación, respetando la realidad y sabiendo que no hay formas mágicas.

Carlos Sadir tiene problemas para lograr equilibrio político solo podrá revertirlo si su tono ético su inteligencia pero por sobre toda las cosas el coraje para poner límites a las presiones y tensiones que vienen del entorno del ciudadano común Gerardo Morales.

De esto depende el éxito o el fracaso de su gestión.

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