- Relato del hambre en la localidad de San Antonio.
- La responsable de un merendero contó cómo debieron cerrar sus puertas por la falta de ayuda estatal y la imposibilidad de sostenerlo con recursos propios.
- “Hoy veo a chicos que nos dicen que hoy no toman té porque tomaban acá, eso hace que te dé un nudo en la garganta”, expresó acongojada Vanesa Ochoa.
"Sigo con la ilusión volver a abrir el merendero", duro relato de la crisis en Jujuy
Así lo expuso Vanesa Ochoa, quien solía tener un espacio de contención para niños y adultos mayores en la localidad de San Antonio. A principios de este año dejó de tener ayuda del gobierno con mercadería, siguió un corto tiempo más con recursos propios, pero se le hizo imposible sostenerlo.
La realidad económica actual ha profundizado la crisis en diversos sectores de Jujuy y sin dudas, los más vulnerables son los más afectados.
Es lo que ocurre con comedores y merenderos, muchos de los cuales debieron cerrar sus puertas por la falta de asistencia estatal.
Un claro ejemplo de ello fue lo que ocurrió con el merendero “Corazoncitos felices” en la localidad de San Antonio.
Su responsable, Vanesa Ochoa, contó que contenían a cerca de 130 niños y adultos mayores pero dejaron de recibir ayuda del gobierno provincial y ella trató de sostenerlo con recursos propios pero se le hizo imposible y no le quedó otra opción que el cierre.
Se mostró acongojada al seguir recibiendo preguntas sobre si iba a volver a abrir sus puertas y los relatos de hambre que les llegaba.
“Yo estaba a cargo del merendero “corazoncitos felices” con otras vecinas que en un principio me acompañaron pero por situaciones de trabajo o familiares terminamos siendo menos. Teníamos a cargo casi 1230 niños y adultos mayores de 60 años en adelantos y era grande la necesidad. Recibíamos a gente del barrio Carlos Snopek como de sectores aledaños y tenía en un principio ayuda del gobierno provincial que me daba mercadería que no era suficiente pero nos las rebuscábamos para buscar ingredientes y leña para cocinar. El cierre afectó a todos, muchos padres me seguían preguntando cuando volvemos, cuando volvemos. Pero cuando cambió el gobierno, ya en diciembre no me dieron la orden, yo traté de sostenerlo como podía porque soy trabajadora independiente vendiendo rifas, cartilla y de ahí sacaba, logré festejarle el Día de Reyes y esa fue mi despedida”, relató.
Ochoa dijo que intentó gestionar la asistencia pero recibió respuestas negativas: “Fui en dos ocasiones a tocar la puerta para ver si se podía volver a que nos den mercadería pero la respuesta fue negativa. No volví a recibir más, desconozco si el gobierno provincial ayuda a algunos y a otros no, en mi caso no y creo que la mayoría está en las mismas condiciones”.