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La elecciones en ADEP atravesadas por una crisis sindical

La junta electoral de ADEP suspendió los comicios celebrados el 11 de diciembre donde se imponía la lista Naranja que superaba ampliamente al oficialismo de la actual comisión directiva con afinidades en el gobierno radical de Jujuy.

Silvia Vélez y la junta electoral decidieron suspender las elecciones por irregulares no comprobadas y, al estilo Maduro en Venezuela, toman la decisión de desactivar la elección.

Los docentes están en alerta y movilización…

Basta con leer las actas para entender que no se justifica la suspensión de los comicios. No hay argumentos fuertes para tomar semejante determinación.

Ahora, independientemente del escándalo, del cual estamos acostumbrados, hay cuestiones más de fondo ya que se trata de la situación de un gremio docente. Esos docentes están frente al aula al que asisten los hijos de los jujeños.

¿Este es el mensaje que se le transmite a los chicos por parte de la autoridad? ¿Con que cara se paran frente a un aula para hablar de valores? Estamos en una crisis terminal del sistema sindical en Jujuy y con el agravante que los problemas son visibles en el tema docente.

Se me ocurre pensar que hay un fuerte deterioro en las cualidades morales de la sociedad que se ve más propensa a quebrar reglas éticas en la búsqueda de beneficios personales. Los docentes no salen de un repollo, son parte de esta sociedad.

Los docentes de buena fe y la sociedad toda tienen una propensión a aceptar teorías conspirativas y así se crea un ambiente propicio para generar un clima de pesimismo generalizado…

Es evidente que la corrupción en los gremios está impulsada por la falta de sólidos principios éticos y por la falta de reprobación social.

Una sociedad con sólidos valores morales y éticos es la clave para minimizar la corrupción.

La ética es un escudo mucho más poderoso que el cumplimiento de la ley.

El estricto respeto a reglas éticas es la mejor garantía de que una organización gremial será menos corrupta. El modelo sindical hegemónico, está agotado.

El descrédito que rodea a buena parte de la dirigencia así como la dramática perdida de representatividad social, deviene de prácticas sociales personales y políticas desnaturalizando los intereses que deben representar…

En lo profundo evidencian un modelo organizativo que muestra claras señales de agotamiento en su capacidad de representar y defender la diversidad de identidades e intereses de lo que hasta hace poco podía denominarse clase trabajadora.

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