La situación se ve aún más complicada por una fuerte caída en el consumo que, en los últimos meses, estiman que ronda el 30%, lo que imposibilita la aplicación de nuevos aumentos en el precio del pan.
Pablo López, integrante del Centro de Industriales Panaderos de Jujuy, describió la realidad que atraviesa el sector en la provincia y las dificultades que deben sortear. “Hoy la situación está horrible, las ventas bajaron mucho porque la gente no tiene plata. Cada vez se hace más difícil sostener el negocio” indicó.
Respecto a los costos que demanda la producción, hizo especial énfasis en el desmedido incremento que tuvieron los servicios de energía eléctrica, agua y gas. Según dijo, “en la panadería, tanto la boleta de luz como de gas me llegó más de un millón de pesos el mes, es insostenible” remarcó advirtiendo que ahora habrá nuevas subas.
En materia de insumos indicó que sufren constantes aumentos: “la levadura subió 10%, la caja de grasa que rondaba los $30 mil pasó a $40, la azúcar también subió bastante, y en el caso de la harina se mantiene a raíz de que hay mucha oferta y cayeron las exportaciones”.
Otro aspecto en el que marcó dificultades para hacerle frente son los salarios de los trabajadores. “El sueldo de los empleados también subió, estamos pagando salarios de 900 mil pesos. Los aportes, la obra social, seguro, son todos ítems que hay que responder” manifestó.
A todo esto, sumó que hay “una persecución de Afip, de Rentas, del Gobierno, del Municipio, que hace muy difícil poder trabajar, más aún cuando está lleno de vendedores que no tienen ningún tipo de habilitación ni pagan impuestos”.
Creciente "competencia desleal"
Por otra parte, López advirtió que ante la crisis económica hay una mayor cantidad de familias que se dedican a la venta de bollos, pan casero y otro tipo de productos panificados que elaboran en sus casas y ofrecen de forma ambulante o sus viviendas, lo que para ellos representa una competencia desleal.
“Entendemos la necesidad de la gente, pero son familias que venden clandestinamente sin pagar ningún tipo de cuidados, ni impuestos, cuando a nosotros nos exigen de todo” remarcó.
Las ventas cayeron 30% en los últimos meses
En todo este contexto, López advirtió que bajó cerca de un 30% el consumo de panificados respecto a los meses de invierno, “porque empieza a hacer calor y la gente come menos pan, al margen de que la también se mide al momento de gastar”.
Así negó cualquier posible incremento de precios en el pan. Consideró que es imposible hoy pensar en una suba cuando hay una caída en las ventas y lugares donde se ofrece el kilo de mignón hasta mil pesos. “Este es un problema porque como está la situación no podemos subir el precio, pero a la vez se hace difícil afrontar todos los costos que demanda el negocio; el kilo de torta se está cobrando $10 mil cuando tendría que estar $22 mil, pero no se puede”.
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