- Violento asalto a una vivienda del barrio La Nueva Ciudad, en Perico.
- Malvivientes ingresaron a la precaria casa de una mujer y le colocaron un revolver en la cabeza.
- Se llevaron el dinero que tenía, además de la garrafa y hoy no tiene los recursos para reponerla.
Inseguridad sin límites en Perico: tiene una vivienda humilde y entraron a robarle
María reside en el barrio Luján del sector de la Nueva Ciudad y fue víctima de la delincuencia al sufrir un asalto a punta de pistola. Es de bajos recursos y le sustrajeron pertenencias que hoy no puede reponer, como por ejemplo la garrafa.
“Vivimos con miedo”, exponían alarmados vecinos de un sector de Perico sobrepasados por la inseguridad.
La delincuencia crece a pasos agigantados en la localidad tabacalera y llegó al punto de que una mujer, que tiene una vivienda precaria fue víctima de un violento asalto a punta de pistola.
Malvivientes ingresaron a la casa, le colocaron un revolver en la cabeza y se llevaron su bicicleta, su garrafa y el poco dinero que tenía ahorrado.
María es la damnificada, reside en el barrio Luján del sector Nueva Ciudad, y contó lo que le tocó vivir.
“Pido mil disculpas. No estoy bien. Me tocó vivir una situación muy horrible donde recién decidí hablar por el tema de la inseguridad que yo tengo en mi casa, en el barrio. Me tocó pasar un día a las 5 de la mañana, donde en ese momento yo me encontraba sola, salí del baño y cuando volví a mi dormitorio había tres tipos encapuchados, me pusieron un revólver en la cabeza, me robaron la garrafa, me robaron la bicicleta y tenía un poco de efectivo también donde ven comprando juntando, ahorrando para poder hacer mi casa porque año tras año se inunda mi casa y venía de a poquito a poquito juntando para poder hacer mi casa, revolvieron y todo llevaron lo que era las cosas que uno con esfuerzo logra”, expresó entre lágrimas.
Además, añadió conmovida: “Cuando tenía el arma en la cabeza no sabía qué hacer y como digo, acá es un barrio muy inseguro. La verdad que no entiendo por qué me tocó la situación a mí. Como yo siempre dije, lo mucho, lo poco que tengo trato de ayudar a la gente, a los chicos, hay veces venían y me decían, Mari, me convidas una tacita de té, Mari, me falta esto, o a veces te venían a pedir unos bollitos que yo hacía para vender, así. Nunca esperé esto que me tocó vivir”.
Los interesados en colaborar con la señora que no puede reponer lo que le sustrajeron, por falta de recursos, comunicarse al: 388-1546556613.