La tensión entre los supermercados y las empresas de consumo masivo por las listas de precios continúa. La escalada comenzó luego de que el Gobierno anunciara la flexibilización del cepo cambiario y el dólar escalara un 10% en los primeros días de la semana pasada. Con la posterior baja en la cotización de la divisa la mayoría de las empresas dieron marcha atrás, pero en el sector aceitero solo una lo hizo, el resto mantienen subas de entre el 9% y el 10% que los comercios no están dispuestos a aceptar. Las cadenas advierten que si la situación persiste, podrían faltar algunas marcas en las góndolas.
Sigue la tensión entre proveedores y supermercados: podría haber faltante de aceites
Los supermercadistas rechazan incrementos de entre el 9% y el 10%. Hasta ahora una sola firma del sector dio marcha atrás. Advierten que si no se resuelve la disputa se sentirá en los comercios.
El tire y afloje entre los supermercados y sus proveedores se transformó en un clásico de la Argentina inflacionaria de los últimos años. Lo que se vive desde la semana pasada es un episodio más de esa disputa por determinar la rentabilidad de cada integrante en la cadena, pero con la particularidad de que en este caso los comercios aseguran que sus clientes no tienen resto para convalidar las subas.
Los datos de la consultora Scentia avalan la teoría. El último relevamiento de la firma marca una caída interanual del 5,4% en marzo de 2025. A pesar de que el mismo mes del año anterior las ventas ya se habían desplomado un 7,4%. Siempre siguiendo la serie de Scentia, con marzo se acumulan 14 meses de caídas interanuales consecutivas.
Con este escenario, los supermercados decidieron resistir las subas que dispuso la industria a partir de la semana pasada. “No vamos a aceptar listas especulativas”, advirtió el titular de la Asociación de Supermercados Unidos, Juan Vasco Martínez en diálogo con Radio 10. En el Gobierno se sumaron al reclamo y pidieron cautela a los proveedores.
Precios: dólar y aumentos
La suba del dólar oficial de los primeros días se borró rápidamente y cotiza incluso por debajo de los niveles previos al anuncio de apertura del cepo y la puesta en marcha de la nueva política de bandas cambiarias.
Con la baja del dólar y la presión que ejercieron los supermercados y el Gobierno, un grupo de empresas decidió dar marcha atrás o moderar las subas. El caso de Molinos Río de la Plata fue público porque lo destacó el ministro de Economía Luis Caputo. La gigante alimenticia canceló las subas que rondaban el 10%.
El problema es que sus competidores no lo hicieron. “Las otras tres empresas del rubro aceitero todavía no dieron marcha atrás, pretenden subas del orden del 9% y 10% y nosotros no estamos dispuestos a aceptarlas”, reveló una fuente de larga experiencia en el sector supermercadista.
Según adelantaron a este medio, las cadenas mayoristas tampoco estarían en condiciones de recibir esas listas. “Si no se acoplan a la realidad de lo que pasó en los últimos días en el mercado cambiario no vamos a recibir la mercadería”, alertó a este medio una fuente del sector.
Los comerciantes aseguran que el stock no es abundante: “ya no rinde como en otras épocas”·, explican. Por lo que de no mediar algún tipo de acuerdo en los próximos días se podría sentir escasez en las góndolas. “Es cuestión de días”, coinciden en los diferentes canales de venta.