La compresión del indicador se da aún cuando el Gobierno mantiene el cepo cambiario y es una buena noticia para el mercado porque acerca a la Argentina a la posibilidad de refinanciar su deuda o, incluso, buscar fondos frescos entre los inversores internacionales.
Los analistas del mercado son optimistas y creen que el riesgo país podría seguir bajando si el Gobierno mantiene el ancla fiscal y las noticias son positivas. En poco más de un mes, el rendimiento de la deuda argentina pasó de 20% a 15%.
Para Gabriel Vidal, director de Criteria, el objetivo ahora es seguir reduciendo el costo hasta acercase a países como Egipto o El Salvador, que rinden entre 9% y 10%. El analista consideró que el cepo cambiario no es un obstáculo para llegar a ese logro porque sostuvo que la única razón por la que se mantiene es porque el Gobierno todavía no está cómodo con el nivel de reservas.
En la misma línea se manifestó Fernando Marengo, economista jefe de BlackTORO: “Hoy el cepo es más prudencial que efectivo. La Argentina rinde 15%, menos que Ecuador, el segundo mal alumno después de Venezuela. Estamos terceros. El siguiente es Colombia, que rinde 7% y el resto de Latinoamérica paga menos de 6%. Falta para llegar a Colombia pero puede seguir convergiendo, seguramente”.
Hay un combo de noticias que explica la suba de los bonos y, en consecuencia, la baja del riesgo país. El compromiso fiscal del Gobierno, la victoria de Donald Trump y su eventual apoyo ante el FMI, las compras de reservas por parte del Banco Central, el fuerte ingreso de divisas por el blanqueo y la baja de la inflación están entre los puntos que señalaron la mayoría de los analistas consultados.
“Mientras la historia general mantenga el mismo optimismo, el riesgo país podría seguir su sendero bajista. Para tener algunos niveles de referencia, la mediana de riesgo país de los últimos 20 años ronda los 780 puntos básicos, mientras que el riesgo país en la época de Macri merodeaba los 382 puntos básicos”, apuntó Pedro Siaba Serrate, jefe de Research de Portfolio Personal Inversiones.
A su turno, Martín Polo, jefe de Estrategia de Cohen, añadió: “Hay credibilidad, el Banco Central está comprando dólares y falta que entre la cosecha. Hay una descompresión en el mercado cambiario, gracias al blanqueo, que le permite al Gobierno asegurarse los dólares mientras mantiene el cepo. Son noticias positivas mientras mantiene la disciplina fiscal como un compromiso con el mercado. Así que, por ese lado, podría seguir bajando el riesgo país”.
¿Volver al mercado?
La reducción del riesgo país permite pensar en que el Gobierno vuelva al mercado internacional durante 2025, con un costo más bajo que el que tenía al asumir. El equipo económico ha dicho que no le interesa tomar nueva deuda, por eso, un primer objetivo de ese regreso sería posponer los pagos más próximos para ganar aire hasta que las reservas se terminen de recomponer.
“Todavía el riesgo país está muy lejos de Brasil y el resto de los que operan en 300 o 400 puntos de spread, pero si se abre la oportunidad del rango de 9-10%, algún canje voluntario de deuda va a venir para poder estirar los plazos mientras la Argentina le muestra a ese interlocutor que está cumpliendo a rajatabla con su esquema fiscal y de no tomar endeudamiento neto. La idea sería solamente hacer un roll over para manejar el pasivo hacia adelante. Si eso pasa, yo creo que se termina el fantasma de cómo atender los vencimientos de 2025″, sostuvo Vidal.
Marengo acordó respeto del posible regreso al mercado y afirmó que la tasa debería ser de un dígito y dijo que se podría llegar a ese hito el año que viene, incluso en la primera parte de 2025, siempre sujeto a como esté el mundo y a que el Gobierno mantenga la actual política fiscal y monetaria-cambiaria.
Para Siaba Serrate, sería necesario volver a un riesgo país en torno a los 400 o 500 puntos para emitir nueva deuda en el mercado. En cambio, opinó que una operación para estirar vencimientos se podría dar con el indicador operando más arriba.
“Un ejercicio de manejo de pasivos o liability management podría llevarse a cabo incluso en niveles de riesgo país más elevados -por más que el equipo económico haya dejado en claro que existe la vocación de pagar con dólares líquidos de corto plazo-”, cerró.